La historia de Granado, la botica más tradicional de Brasil, es antigua y tan rica como las materias primas utilizadas para componer diversas cremas hidratantes, jabones, perfumes y otros productos. Lo más probable es que ya hayas usado Polvilho Antisséptico, un jabón de glicerina o algún otro producto, ¿no?
El emperador Dom Pedro II, durante su reinado de 1831 a 1889, fue una figura destacada en la historia del país. Su riqueza personal no estuvo asociada principalmente con una fortuna material exorbitante, sino más bien con una vasta riqueza cultural, intelectual y emocional.
Antônio Carlos Gomes, nacido en Campinas y considerado el mayor compositor de óperas de América, era un ferviente admirador de Verdi. Algunos dicen que a los dieciocho años compuso una marcha basada en temas de Il Trovatore. Con el apoyo de Emperador Don Pedro II, Carlos Gomes recibió una beca para ampliar sus estudios en Europa. El Emperador hubiera preferido que Carlos Gomes fuera a Alemania, donde destacó el gran Richard Wagner, pero la Emperatriz, Doña Teresa Cristina, la propia napolitana, sugirió Italia.
Muchas razones llevaron al golpe de Estado de 1889, y no es ningún secreto que Dom Pedro II fue el más grande estadista que jamás haya tenido Brasil. Hablaba varios idiomas, tenía un alto nivel educativo y tenía inclinación por la innovación y la tecnología. En la feria internacional de Estados Unidos, fue quien recibió la primera llamada telefónica de Graham Bell, llamando la atención del mundo sobre este gran inventor. Era alguien a quien le encantaban los inventos.
El Ferrocarril Mauá, oficialmente conocido como Compañía Imperial de Navegación a Vapor y Ferrocarriles de Petrópolis, fue el primer ferrocarril establecido en Brasil y el tercero en América del Sur. Fue construido en 1854 por Irineu Evangelista de Sousa, barón de Mauá. Inicialmente conectaba el Puerto de Mauá con Fragoso, en Río de Janeiro, con ampliaciones posteriores a Petrópolis y Areal.
La Independencia de Brasil, ocurrida el 7 de septiembre de 1822, representa un momento fundamental en la historia del país. Ese día, el Príncipe Regente Don Pedro I proclamó a Brasil como una nación independiente de Portugal, marcando el final de más de tres siglos de dominio colonial y el comienzo de un nuevo camino hacia la libertad y la soberanía.
La electricidad llegó a Brasil principalmente para el alumbrado público, que demostró ser más eficiente que los métodos adoptados anteriormente, como el gas o el queroseno, en un período histórico en el que el país se encontraba entre los pioneros mundiales en la aplicación de energía eléctrica. Esto fue posible gracias al interés del emperador Don Pedro II, un entusiasta de la ciencia, en la tecnología emergente.
En agosto de 1888, la ciudad de Río de Janeiro acogió el regreso del Emperador Don Pedro II después de un viaje de un año a Europa para recibir tratamiento médico. Al avistar la Bahía de Guanabara, vieron el homenaje realizado por los alumnos de la Escuela Militar, entonces ubicada en Praia Vermelha. Habían colocado un cartel de doce metros en la cima del Pan de Azúcar con la palabra “Salve” (Salve).
El 15 de julio de 1889 Dom Pedro II sufrió un intento de asesinato en Río de Janeiro. Don Pedro II, acompañado de su esposa, hija y nieto mayor, acudió al Teatro Sant'Anna, ahora conocido como Teatro Carlos Gomes, en Río de Janeiro. Al final de la actuación, bien pasada la medianoche, entre la multitud, la Familia Imperial se dirigió hacia la salida. La princesa imperial encabezaba la marcha, seguida del emperador, que tenía el brazo enlazado con la emperatriz, y detrás de ellos el príncipe Pedro Augusto. Todo iba bien hasta que los emperadores y príncipes llegaron al vestíbulo, donde un repentino grito de "¡Viva la República!" estalló
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