En agosto de 1888, la ciudad de Río de Janeiro acogió el regreso del Emperador Don Pedro II después de un viaje de un año a Europa para recibir tratamiento médico. Al avistar la Bahía de Guanabara, vieron el homenaje realizado por los alumnos de la Escuela Militar, entonces ubicada en Praia Vermelha. Habían colocado un cartel de doce metros en la cima del Pan de Azúcar con la palabra “Salve” (Salve).
El 22 de agosto de 1888 fue uno de los días más impactantes en la vida del anciano emperador y su esposa; era la primera vez que pisaban suelo brasileño después de la Abolición de la Esclavitud. El entusiasmo de la multitud de más de 10.000 personas en el puerto de la ciudad fue testigo del triunfo de su reinado ante la opinión pública. El periodista y profesor Carlos de Laet relata: “En agosto de 1888 vi a la gente de esta capital correr tras el carruaje que transportaba al Emperador desde el Arsenal de Marina. Fue una ovación legítima, espontánea, inesperada, que conmovió profundamente al soberano, haciéndole difícil recuperar la compostura, mientras las lágrimas manchaban el vestido de la venerada emperatriz”. Poco más de un año antes del Golpe Militar de 1889, la popularidad de la monarquía en la capital del Imperio brasileño parecía inquebrantable.
Referencia: CASTRO, Celso. Os militares ea República: Um estudo sobre cultura e ação política. Brasil: Zahar, 1995.
Matheus Araújo
Matheus es empresario de Araujo Media, donde se desempeña como CEO y Director Creativo. Comparte análisis en su blog personal "blog.matheusaraujo.me" y actualmente cursa la carrera de Publicidad y Propaganda. Además, es un apasionado de la historia, en particular de la de Brasil, lo que lo llevó a convertirse en el fundador y editor del portal Brazilian History.