Muchas razones llevaron al golpe de Estado de 1889, y no es ningún secreto que Dom Pedro II fue el más grande estadista que jamás haya tenido Brasil. Hablaba varios idiomas, tenía un alto nivel educativo y tenía inclinación por la innovación y la tecnología. En la feria internacional de Estados Unidos, fue quien recibió la primera llamada telefónica de Graham Bell, llamando la atención del mundo sobre este gran inventor. Era alguien a quien le encantaban los inventos.
Un punto que hay que entender es que la monarquía era respetada y venerada en todo Brasil. Su imagen comenzó a ser empañada y criticada a finales del siglo XIX y principios del XX, principalmente por Floriano Peixoto y, especialmente, por Getúlio Vargas. Destruyeron su base cultural, crearon héroes de la nada y cambiaron la narrativa, intentando derribar todo lo que se construyó durante el Imperio. Retrataron a Don Pedro I como un mujeriego, un mujeriego excesivo, y olvidaron que era un guerrero, bien educado, con formación militar, que era aún muy joven en el momento de la Independencia de Brasil. Luchó en varias batallas, incluso contra su propio hermano, y su figura merece un estudio más profundo porque muchas veces la gente se centra en sus vicios y se olvida de sus virtudes.
Don Pedro II No era un guerrero militar hábil y, en el momento del Golpe de la República, ya era viejo. En 1840, cuando ascendió al trono como emperador, tenía 15 años, por lo que en 1889 tenía 64 años, lo cual era bastante viejo teniendo en cuenta que la esperanza de vida de la época rondaba los 30 años (hoy alcanza los 72 años). Por tanto, cuando se produjo el golpe, encabezado por el mariscal Deodoro, un general sometido, sin voluntad ni participación activa, Dom Pedro II se encontraba al límite de su vida y con su salud debilitada. Deodoro había sido fuertemente influenciado por Benjamín Constant Botelho de Magalhães (1837-1891), conocido como “El Malo”, profesor de la Escuela Superior de Guerra, que quería instaurar una república en Brasil.
Las tropas de todo Brasil comenzaron a conocer la situación y se rebelaron contra la decisión del Ejército. En Bahía, por ejemplo, también se rebeló el hermano de Deodoro, que se oponía al golpe y estaba subordinado al comandante en jefe, el emperador. Sin embargo, todo sucedió muy rápido y no hubo tiempo para que las tropas se reunieran alrededor del emperador y lo protegieran. En sólo dos días, él y su familia fueron enviados al exilio en Europa. Para dar una idea de lo mucho que era admirado, cuando Don Pedro II murió en 1891, a su funeral en París asistieron más de 30.000 personas. Jefes de Estado de diversas partes del mundo vinieron a presentar sus últimos respetos.
No debemos olvidar mencionar una de las principales razones del fortalecimiento del partido republicano: el fin de la esclavitud y el impasse en materia de compensación a los propietarios de esclavos. En otras palabras, lo que era extremadamente favorable a la imagen de la monarquía conduciría a su quiebra. Llevó algún tiempo creer que la esclavitud podría terminar porque era la base industrial del país y la mano de obra era típicamente esclavizada. Según la Teoría de la Ventana de Overton, que afirma que toda idea progresa de lo “imposible” a lo “necesario”, lo que antes parecía imposible –abolir la esclavitud– se volvió necesario en dos o tres días, que era el momento en que se realizaban las votaciones en la Asamblea Nacional. duró.
Pero es importante recordar que, desde Don Pedro I, la familia imperial ha estado en contra del régimen esclavista, especialmente la princesa Isabel, quien no sólo tomó la iniciativa al firmar la Ley Áurea sino que también participó en eventos abolicionistas con sus hijos. El hecho de que estuviera casada con un extranjero puede haber sido uno de los mayores problemas durante su potencial tercer reinado. Era difícil para una princesa casarse con un plebeyo porque perdería su derecho al trono.
Se casó con el Conde d'Eu y muchos tenían prejuicios contra la posibilidad de que un extranjero subiera al trono brasileño, a pesar de la protección constitucional, alguien que había reemplazado al Duque de Caxias como Comandante en Jefe del Ejército durante la Guerra del Paraguay, mucho para disgusto de muchos oficiales militares. Sin el apoyo de los militares y los esclavistas, Dom Pedro II enfrentaría, por tanto, el golpe que lo destronaría y convertiría a Brasil en una república de numerosos golpes y siete constituciones.
Referencia: MARINHO, Rodrigo Saraiva. A história do Brasil pelas suas constituições. Brasil: LVM Editora, 2023.
Matheus Araújo
Matheus es empresario de Araujo Media, donde se desempeña como CEO y Director Creativo. Comparte análisis en su blog personal "blog.matheusaraujo.me" y actualmente cursa la carrera de Publicidad y Propaganda. Además, es un apasionado de la historia, en particular de la de Brasil, lo que lo llevó a convertirse en el fundador y editor del portal Brazilian History.