El carnaval es una fiesta popular y cultural que tiene orígenes milenarios y está asociada a diversas tradiciones alrededor del mundo. Aunque es difícil determinar el origen exacto del Carnaval, se cree que tiene raíces en las celebraciones paganas que tenían lugar en la antigua Roma y Grecia.
En la antigua Roma, las festividades del Carnaval se conocían como “Saturnales”, en honor al dios Saturno. Estas celebraciones tenían lugar a finales de diciembre y estaban marcadas por la inversión de roles sociales, donde los esclavos se convertían en amos por un breve período de tiempo, las personas vestían máscaras y había un ambiente de libertad y libertinaje.
En la antigua Grecia, existían festividades similares, como las “Dionisias”, en honor al dios Dionisio, dios del vino y de las fiestas. Estas celebraciones se caracterizaron por desfiles, bailes, concursos teatrales y la participación de enmascarados.
Con la expansión del cristianismo, las tradiciones paganas se adaptaron para encajar en los rituales religiosos de la época. Así, el Carnaval pasó a formar parte del calendario cristiano, celebrándose antes del período de Cuaresma, que precede a la Pascua.
Durante la Edad Media, el Carnaval se convirtió en una fiesta popular en Europa, especialmente en ciudades como Venecia, Italia, donde se usaban elaboradas máscaras para ocultar la identidad de las personas. El Carnaval de Venecia ganó fama por sus bailes de máscaras y festividades extravagantes.
A partir del siglo XV, los colonizadores europeos llevaron las tradiciones del Carnaval a otras partes del mundo. En las colonias portuguesa y española, por ejemplo, el Carnaval tomó características propias y se convirtió en una fiesta popular y animada, con desfiles, música y bailes típicos.
Carnaval en Brasil tiene sus orígenes relacionados con la llegada de colonizadores portugueses al país en el siglo XVI. La festividad ha evolucionado a lo largo de los siglos, incorporando influencias africanas e indígenas, para convertirse en una de las celebraciones más grandes del país.
Los portugueses trajeron a Brasil las tradiciones del Entrudo, un festival de origen europeo que involucraba actividades lúdicas con agua, harina y limones. Esta festividad se fue mezclando poco a poco con las tradiciones africanas traídas por los esclavos, que incluían bailes, música y coloridos rituales.
Durante el período colonial, el Carnaval brasileño inicialmente estaba restringido a la élite, que realizaba bailes y fiestas en clubes y salones. Sin embargo, los esclavos también tenían sus propias celebraciones, donde expresaban sus culturas y religiones a través de la música, la danza y los rituales del Candomblé.
Con el tiempo, las festividades del Carnaval comenzaron a popularizarse, llegando a todas las clases sociales. El surgimiento de los primeros bloques de Carnaval a fines del siglo XIX y principios del XX fue un hito importante en la popularización del Carnaval en Brasil.
A mediados del siglo XX, los desfiles de las escuelas de samba ganaron protagonismo, especialmente en Río de Janeiro y São Paulo. Las escuelas de samba son asociaciones que compiten entre sí con grandes presentaciones, con carrozas, disfraces lujosos y canciones de samba-enredo que retratan temas específicos cada año.
Otra característica notable del Carnaval de Brasil son los blocos callejeros, que consisten en grupos de personas que se reúnen para desfilar por las calles, cantando y bailando al son de las marchas y los ritmos del Carnaval. Estos blocos callejeros han ido ganando popularidad en varias ciudades de Brasil.
El carnaval en el noreste de Brasil es reconocido por su energía contagiosa, ritmos cautivadores y tradiciones culturales únicas. La región nororiental se destaca como uno de los principales destinos de los juerguistas durante esta popular celebración.
Una de las ciudades más famosas para celebrar el Carnaval en el Nordeste es Salvador, en Bahía. El Carnaval de Salvador es conocido por sus tríos eléctricos, que son grandes camiones con escenarios donde actúan los artistas, acompañados por una multitud de personas que siguen al trío bailando y cantando. Los ritmos predominantes son el axé, el samba-reggae y otros géneros musicales propios de la región.
Otra ciudad del Nordeste que se destaca por su Carnaval es Recife, en Pernambuco. El Carnaval de Recife y Olinda se caracteriza por los famosos blocos callejeros, como el “Galo da Madrugada”, considerado el mayor bloco de Carnaval del mundo. Los juerguistas se visten con trajes coloridos, bailan al son de frevo y maracatu, y siguen al trío eléctrico por las calles angostas y las colinas de Olinda.
Además de Salvador y Recife, varias otras ciudades del noreste también tienen notables tradiciones de Carnaval. En São Luís, en Maranhão, el Bumba Meu Boi es una manifestación cultural que combina música, danza y teatro, con personajes como el toro, el vaquero y la india Catarina. En Natal, en Rio Grande do Norte, se destaca el Carnaval callejero con los famosos blocos “Kengas” y “Poetas, Carecas, Bruxas e Lobisomens” (Poetas, Calvos, Brujas y Hombres Lobo).
Actualmente, el Carnaval en Brasil es mundialmente conocido y atrae a miles de turistas cada año. Es una celebración marcada por la alegría, la diversidad cultural y la expresión artística, donde la gente se disfraza, baila, canta y se sumerge en la celebración de la vida durante los días de jolgorio.
Referencia: Mundo Educação – A prática carnavalesca do entrudo. Brasil, 19 de julio de 2013. Sitio: mundoeducacao.uol.com.br. Disponible en: A prática carnavalesca do entrudo. O entrudo – Mundo Educação (uol.com.br) Consultado el: 04 de julio de 2023.
Matheus Araújo
Matheus es empresario de Araujo Media, donde se desempeña como CEO y Director Creativo. Comparte análisis en su blog personal "blog.matheusaraujo.me" y actualmente cursa la carrera de Publicidad y Propaganda. Además, es un apasionado de la historia, en particular de la de Brasil, lo que lo llevó a convertirse en el fundador y editor del portal Brazilian History.