La corte portuguesa ya estaba en Río de Janeiro, huyendo de las tropas napoleónicas, falleciendo la reina María el 20 de marzo de 1816 y convirtiéndose en rey el príncipe regente, João VI. A diferencia de los reyes anteriores, que habían sido coronados poco después de la muerte de su predecesor, João VI optó por esperar un año para la ceremonia de coronación.
Según el bibliotecario Luís Joaquim dos Santos Marrocos, que llegó a Brasil acompañando uno de los cargamentos de libros de la biblioteca real, el retraso se debió a que el nuevo rey quería esperar la llegada de delegaciones de Portugal y el Algarve. . La coronación estaba prevista para abril de 1817, pero tuvo que ser pospuesta debido a la Revolución Pernambucana. El matrimonio de Pedro y la llegada de Leopoldina a Brasil retrasaron aún más el acontecimiento.
Los súbditos portugueses creían que la ceremonia debería celebrarse en Lisboa, siguiendo la tradición, pero João VI resistió la presión. Fue coronado rey de Portugal, Brasil y Algarves en Río de Janeiro el 6 de febrero de 1818, poco después de cumplir diez años en el país. Una coronación, o en el caso de Portugal, una aclamación, sirve para confirmar públicamente a un monarca como líder supremo del país. Para ello, un rey portugués realizaría un ritual de juramento y recibiría una bendición religiosa que confirmaba su posición. La decisión de celebrar tan prestigiosa ceremonia en Río de Janeiro reafirmó al territorio americano como sede del imperio portugués.
Según la tradición de Braganza, Juan VI no fue coronado pero llevaba un sombrero, mientras que la corona fue exhibida a su lado durante la ceremonia y el beso de manos. Esta corona, que se utilizaría en la aclamación de todos los demás reyes portugueses hasta la Proclamación de la República, fue encargada especialmente en 1817 al orfebre Antônio Gomes da Silva en Río de Janeiro. Está realizado íntegramente en oro y compuesto por ocho aros cerrados que sostienen una esfera rematada por una cruz latina, con la base decorada con motivos de flores y hojas de laurel.
En los días siguientes hubo celebraciones en otros puntos de la ciudad, especialmente en el Campo de Santana. Allí se construyó un palacio de madera y yeso, desde donde la Familia Real presenció un espectacular espectáculo de fuegos artificiales, cuyo punto culminante fue la aparición en el cielo de las palabras “Viva el Rey”.
Referencia: REZZUTTI, Paulo. Independencia: a história não contada: A construção do Brasil: 1500-1825. Brasil: Leya, 2022.
Matheus Araújo
Matheus es empresario de Araujo Media, donde se desempeña como CEO y Director Creativo. Comparte análisis en su blog personal "blog.matheusaraujo.me" y actualmente cursa la carrera de Publicidad y Propaganda. Además, es un apasionado de la historia, en particular de la de Brasil, lo que lo llevó a convertirse en el fundador y editor del portal Brazilian History.