El Primer Emperador de Brasil, Dom Pedro I, tuvo una educación musical muy refinada, como era costumbre en la familia Bragança. Entre sus profesores se encontraban Marcos Portugal y Sigismund Neukomm. Tocaba la corneta, la flauta, el violín, el fagot, el trombón y el clavecín.
Es autor del Himno de la Independencia de Brasil y del Himno Constitucional de Portugal, entre varias otras obras sacras como misas y alabanzas al Te Deum, que, en forma de documentos musicales, están siendo recopiladas e inscritas en la Memoria del Mundo de la UNESCO. programa en el marco de las celebraciones de los 200 años de la Independencia.
El reverendo irlandés Robert Walsh, capellán de la embajada británica en Brasil de 1828 a 1829, declaró sobre el emperador:
“La actividad a la que más se dedica es la música, por la que ha desarrollado desde temprana edad una fuerte predilección y ha demostrado un decidido talento. No sólo aprendió a tocar una variedad de instrumentos sino que también compuso, según me informaron, muchas de las canciones para la capilla de su padre; y la pieza más popular ahora en Brasil, tanto la letra como la música, son de su composición, lo que demuestra su talento”.
Referencia: BUDASZ, Rogerio. Ópera en los Trópicos: Música y Teatro en el Brasil Moderno Temprano. Reino Unido: Oxford University Press, 2019.
Matheus Araújo
Matheus es empresario de Araujo Media, donde se desempeña como CEO y Director Creativo. Comparte análisis en su blog personal "blog.matheusaraujo.me" y actualmente cursa la carrera de Publicidad y Propaganda. Además, es un apasionado de la historia, en particular de la de Brasil, lo que lo llevó a convertirse en el fundador y editor del portal Brazilian History.