El 13 de septiembre de 1987 comenzó el accidente radiológico de Goiânia, conocido como accidente de Cesio-137, un grave episodio de contaminación radiactiva en el Brasil. El accidente comenzó cuando los recolectores de chatarra descubrieron un dispositivo de radioterapia que contenía cesio-137, que erróneamente creyeron que era chatarra.